JDE es un café delicado y de características sensoriales cautivantes. Para captar su esencia hay que apreciar la historia de sus responsables, los hermanos Jesús y Herston Bernal, leyendas cafeteras de la zona de Huila. De origen humilde, hicieron sus primeras armas como empleados, escalando a administradores de fincas lo que les permitió ahorrar y llegar al sueño de comprar Finca La Esperanza, donde pusieron en práctica sus ideas de vanguardia. Ahí han podido llevar su café al siguiente nivel al experimentar con procesos como la fermentación anaeróbica del proceso natural, fundamental para otorgar a JDE sus peculiaridades.
De notas muy agradables y exóticas, la primera que llama la atención es la de nuez, muy bien redondeada por su cuerpo cremoso, y también la de cacao. Acto seguido se percibe en boca un aspecto frutal, una suave acidez cítrica y una nota de fermento, sensaciones que derivan directo del proceso mencionado y que en conjunto evocan al descriptor final: licor de arándanos.
Las versiones más interesantes de JDE se ven en métodos filtrados y en extracciones poco saturadas, que permiten a sus notas abrirse y definirse. Pero, por su alta dulzura y su baja acidez, también “rinde” en preparaciones más intensas como espresso, o un Aeropress al estilo Alan Adler.