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diciembre 01, 2023 2 lectura mínima
Elproductor Andrés Salaverria nos vuelve a sorprender con un café complejo de notas intensas y particulares.
Enseguida demuestra su personalidad en boca con notas predominantemente frutales, pero que se abren en dos caminos distintos:
a) Una nota más bien dulce, tropical pero acompañada de una acidez bastante alta que recuerda al maracuyá. A estas sensaciones las acompaña una nota de fermento compuesta por aspectos de acidez cítrica, málica y acética. La acidez acética, que está vinculada a notas de fermento y avinagradas, es producto del proceso de fermentación que sucede de forma controlada durante el desarrollo de la técnica de secado conocida como “sleeping bag”. Dicha técnica consiste en dos etapas alternantes; en una el café se esparce de modo uniforme en patios techados donde se seca al aire libre, en la otra se usa un material opaco que retiene la humedad para cubrir el café, recordando una bolsa de dormir - o sleeping bag- que propicia un proceso de fermentación que acentúa la densidad del grano y la aparición de notas afrutadas y vinosas.
b) Otro aspecto frutal, también dulce, pero en este caso más cercano a las golosinas, sobre todo a la oblea Lulú de frutilla. Así, sin más.
Finalmente, en particular en el aftertaste y en el cuerpo se percibe una nota de almendra tostada que redondea la taza y le da suavidad.
Es un café que luce particularmente en extracciones de baja saturación que le permitan abrir y desarrollar sus notas -V60, Clever, Chemex, Prensa francesa, Aeropress son algunos de los metodos sugeridos para buscar estas extracciónes-.
Se disfruta particularmente en temperaturas templadas a frías. En caso de optar por bebidas frías se recomienda hacer extracciones en caliente y luego enfriar para que toda su complejidad y acidez se refleje en la taza.