Kenia MBR

Kenia es un origen que ya no nos sorprende, lo que es tremendamente injusto porque esta falta de sorpresa no se debe a otro motivo que a la alta calidad de cada uno de los cafés de Kenia con los que hemos trabajado en estos años.

Los cafés de Kenia tienen varían en sus notas, su aspecto floral, en su acidez, en su cuerpo y en su calidad, Peri igualmente podemos identificar un hilo conductor desde lo organoleptico entre cada uno de los cafés de Kenia que hemos trabajado.

No es algo que se logremos reducir a una nota particular, pero el comentario cada vez que catamos un Kenia por primera vez, incluso cuando hacemos catas a ciegas con la llegada de nuevos embarques en las que catamos cafés de varios origenes, es siempre el mismo “Este tiene tremendo olor a Kenia”.

Ya adentrandonos en lo que diferencia a este Kenia, lo primero que sorprende es su aspecto floral y su acidez citríca sutil aunque presente. Es un café dulce que también tiene un aspecto frutal que recuerda a un tomate cherry bien rojo, ya maduro y con un sabor predominantemente dulce. No es un café que permanezca demasiado en boca, ni que destaque por su intensidad o su cuerpo, pero deja en boca un sabor entre la madera y la vainilla muy agradable.

Desde todo punto de vista, es un café de verano, fresco, dulce, frutal y floral. Su mejor versión aparece en extracciones de baja saturación que le permitan abrir y desarrollar sus notas, como las obtenidas en metodos como V60, Clever, Chemex, Prensa francesa y Aeropress, en caso de optar por extracciones de estas características.  Se disfruta particularmente en temperaturas templadas a frías. En caso de optar por bebidas frías se recomienda hacer extracciones en caliente y luego enfriar para que toda su complejidad y acidez se refleje en la taza.