Etiopia CDA

Un nuevo Etiopía, una nueva experiencia. 

Etiopía es uno de los orígenes que más repetimos a lo largo del año, y no es porque seamos fanáticos de un perfil “etíope” en particular, sino más bien todo lo contrario. Como ya sabemos, Etiopía es la cuna del café, el cafeto es originario de sus montañas, y por lo tanto su clima y sus suelos son los ideales para el desarrollo de los arbustos y sus frutos.  

Pero hay otro detalle que diferencia a Etiopía de los demás orígenes;

En la mayoría de los orígenes en los que el cafeto fue introducido por el hombre es habitual encontrar una variedad o genética que se adaptó o que fue desarrollada para adaptarse a la geografía donde es cultivado y en muchos casos termina siendo característica del origen, por ejemplo “Castillo” en Colombia o “Catuaí” en Brasil.

En Etiopía es todo muy distinto. El cafeto viene creciendo de forma silvestre y reproduciendose de forma natural hace muchísimas generaciones, resultando en una biodiversidad única e inabarcable. Hasta el momento no se ha logrado categorizar y nombrar la inmensa variedad de familias de cafetos nativos.

 Esto se combina con que la mayoría de los productores son familias que cosechan de sus jardines en los que los cafetos no han sido seleccionados para ser plantados sino que llegaron a ellos de forma natural, y por lo tanto, la cosecha de un agricultor no responde a una variedad determinada, sino a una colección de frutos de distintos arbustos, muchas veces similares pero casi siempre genéticas particulares.

Este contexto único dio lugar a un término único; Heriloom, que significa básicamente variedad de familias de cafés nativas.

Por todo esto es que cada Etiopía es uno de los orígenes más importantes del mundo de la especialidad y cada uno de sus cafés, una experiencia única.

Ya refiriéndonos puntualmente al CDA, es un café caracterizado por brindar una taza limpia, uniforme y de destacada acidez, atributos ligados directamente tanto a su origen como a su proceso de secado. Su cuerpo es medio, y en boca deja una textura entre sedosa y mantequillosa haciendo un trago muy agradable de tomar.

Como todo café de estas características destaca particularmente en métodos filtrados y en ratios y en tiempos de extracción que favorezcan la presencia de su acidez y sus notas frutales en boca. En este tipo de extracciones en particular además aparece de forma sutil un aspecto floral que recuerda al jazmín.