Agrofloresta

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El sistema agrícola que podría salvar al café

El cambio climático ya está afectando de forma directa la producción mundial de café. Sequías prolongadas, temperaturas en aumento y pérdida de biodiversidad están poniendo en riesgo la capacidad de muchas regiones para seguir cultivando como antes. En Brasil, uno de los países más influyentes en el mercado del café, cada vez más productores están mirando hacia un sistema agrícola que podría ofrecer una salida real: la agrofloresta.

Un sistema que imita a la naturaleza

La agrofloresta es un modelo de cultivo que integra árboles, arbustos y plantas agrícolas en un mismo terreno, permitiendo que convivan y se beneficien entre sí. Es una forma de producción que se inspira en los ecosistemas naturales, donde cada especie cumple un rol y el equilibrio surge de la interacción constante.
En lugar de aislar cultivos, los vuelve parte de un sistema vivo, capaz de sostenerse, regenerarse y resistir mejor las condiciones extremas.

Por qué el café necesita sistemas más resilientes

La caficultura es especialmente sensible a las variaciones del clima. Las olas de calor, los cambios bruscos de temperatura y las sequías severas generan estrés en las plantas, reducen rendimientos y ponen en riesgo la continuidad de muchas fincas.
Frente a esto, la agrofloresta aparece como una respuesta concreta: protege el suelo, modera la temperatura dentro de la plantación y recupera un enfoque agrícola más conectado con los ciclos naturales.

Suelos vivos: la base de la agrofloresta

Felipe Croce, responsable de FAF Coffees y pionero en agrofloresta en Brasil, resume la esencia del sistema de una manera simple y contundente:

“Usamos la biodiversidad para alimentar el suelo, para que el suelo alimente a la planta. Una buena parte de la nutrición de la planta viene de los árboles, gramíneas y leguminosas que fijan nitrógeno y carbono del aire.”

Cuando el suelo deja de ser un soporte inerte y vuelve a ser un organismo vivo, todo cambia: la fertilidad mejora, la humedad se retiene por más tiempo y las plantas se vuelven más resistentes. La finca funciona como un ecosistema, no como un monocultivo aislado dependiente de insumos externos.

Recuperar una agricultura ancestral

La agrofloresta recupera prácticas indígenas y ancestrales de Brasil, basadas en una visión comunitaria y no individualista del terreno. Durante siglos, la agricultura moderna avanzó hacia sistemas cada vez más controlados y uniformes. La agrofloresta propone lo contrario: cooperación entre especies, ciclos naturales y un sistema que se alimenta a sí mismo.

Pero también hay un desafío:

“Está en escalar esta agricultura usando equipos modernos y extenderla a cada vez más productores. Si no adoptamos un sistema regenerativo y agroforestal no vamos a tener café para las próximas generaciones.”

Resultados que ya se pueden ver

La experiencia de FAF Coffees lo demuestra. De los 400 productores que abastecen a la cooperativa, 50 ya trabajan bajo el sistema de agrofloresta. En estas fincas, la temperatura baja varios grados en comparación con terrenos convencionales, la humedad se mantiene estable y la biodiversidad aumenta de forma significativa.
Las imágenes del post lo muestran con claridad: una finca que perdió el 100% de su producción por sequía contrasta con otra, a solo sesenta kilómetros, donde la agroforestería permitió conservar la humedad del suelo y regular mejor el calor.

Una oportunidad para el futuro del café

La agrofloresta no es una solución instantánea ni un cambio sencillo. Requiere tiempo, conocimiento y una transformación profunda en la forma de producir. Pero ya está demostrando que puede resistir el clima extremo, regenerar suelos y mejorar la salud de las plantas. En un escenario donde la estabilidad climática es cada vez más incierta, esto no es solo una ventaja: es una necesidad.

En Culto creemos en estos sistemas porque no se trata únicamente de producir mejor café, sino de cuidar la tierra que lo hace posible.