Tu carrito está vacío
abril 07, 2022 5 lectura mínima
“Realmentetenés que darle mucho crédito a esta planta.En menos de mil años se las ha arreglado para llegar desde su lugar de nacimiento evolutivo enEtiopía hasta las montañas deSudamérica y más allá, usando nuestra especie como vector.”El ser humano, dominado por el café, creó un mundo con las condiciones ideales para su crecimiento.
Un punto de vistaanálogo maneja Stefano Mancuso, que a pesar de tener nombre de recio mediocampista italiano es una eminencia de la neurobiología vegetal.
En sus libros explora la sensibilidad y la inteligencia vegetal (es más, ese es el título de su obra más popular) y parte de que vivimos en un malentendido:asociamos a las plantas con el sedentarismo, pero eso no las hace menos hábiles que otras criaturas.
En muchos casos eligen aprovecharse de los animales para moverse por ellas. Y todo a través de la seducción: las plantas nos seducen con su fruto, dice Mancuso, a través de él se aseguran de que las cuidaremos y las protegeremos.
Esto que estás leyendo, y lo que seguramente estás tomando, es hijo de lacadena de seducciones de esa planta marginal que hace mil años sólocrecía en un rincón delÁfrica Oriental.
Así se titula el capítulo que más me fascinó de Sapiens, elfenómeno editorial de Yuval Noah Harari. En élexplora la misma lógica que Pollan y Mancuso y pone patas arriba nuestra lectura de uno de los grandes logros humanos: la Revolución Agrícola.
Harari sostiene que algo cambió para peor hace unos 10.000 años, en el paso de cazadores-recolectores a agricultores.
Si bien había más comida, la dieta no era mejor; se redujo el tiempo de ocio y la desigualdadse disparó. Pero el gran explotador detrás de esto no era el ser humano, sino el trigo:
“El trigo manipuló a Homo Sapiens a su conveniencia. Al trigo no le gustan las rocas y los guijarros, de manera que los sapiens se partían la espalda despejando los campos.
Al trigo no le gusta compartir su espacio, agua y nutrientes con otras plantas, de modo que hombres y mujeres trabajaban durante largas jornadas para eliminar las malas hierbas bajo el sol abrasador. El trigo enfermaba, de manera que los sapiens tenían que estar atentos para eliminar gusanos y royas. El trigo estaba sediento, así que los humanos aportaban agua de manantiales y ríos para regarlo. Su insaciabilidad impulsó incluso a los sapiens a recoger heces de animales para nutrir el suelo en el que el trigo crecía.”
EL PERRO Y LOS EXTRATERRESTRES
Cuando leí ese último párrafo no pude dejar de pensar en Jerry Seinfeld. En una de sus rutinas más célebres, el comedianteneoyorquino se imagina a un extraterrestre mirando nuestro planeta con un telescopio y pensando que obviamente los perros dominan la Tierra.
“Si ven a dos seres, uno de ellos hace caca, y el otro la recoge y se la lleva, ¿quiénpensarán que manda?”.
SEDUCIDOS Y MANIPULADOS
Quizá no haya planta más seductora en el mundo que la del café.
Doscientos cincuenta millones de seres humanos se ocupan de hacerla crecer alrededor del mundo y todos los días se beben entre 1,6 y 2 mil millones de tazas. Así como la planta nos manipuló para extenderse por el planeta,los seres humanos usarontodotipo de engaños para apropiársela.
EnEl monje de Moka, Dave Eggers hace un listado de algunos ladrones célebres y su huella en el mercado mundial.
Estos son los cuatro ladrones más míticos de la historia del café:
El monopolio árabe se mantenía con la prohibición de llevarse plantas o bayas.
Baba Budan, un religioso indio que peregrinó a La Meca, consiguió 7 bayas en el puerto de Moka, las ató a su barriga y regresó a la India.
De esas bayas plantadas en las montañas de Chandragiri nacería la caficultura india, séptimo productor mundial en la actualidad.
Pieter van den Broecke robó plantas en Moka para la Compañía Holandesa de las Indias Orientales. Las llevó a Amsterdam y de ahí se esparcieron a dos colonias: Ceilán y Java.
El café ya era un producto atractivo para Europa y el robo de Van den Broecke sellaría la suerte del puerto de Moka: no pudo competir con Java como exportador y comenzó su lento declive.
Indonesia hoy es el cuarto productor mundial, Yemen ocupa el lugar 35.
La seducción vuelve a escena y cambia para siempre el mapa del café: Melo Palheta tuvoun amorío con la esposa del gobernador francés.En la despedidaMadame d’Orvilliers le regaló un ramo de flores; escondidos entre las flores, varios granos de café.
Las tierras de Melo Palheta en el Estado de Pará se convertirían en la primera plantación de café en Brasil, que hoy es por lejos el mayor productor mundial.
Autor: Maxi Guerra