Tu carrito está vacío
abril 19, 2022 2 lectura mínima
En 1958 la agencia Doyle Dane Bernbach (DDB) tenía una misión: ponerle cara al café colombiano.
La Federación Nacional del Café, que nucleaba a 500.000 productores colombianos, buscaba que su producto fuese reconocido por el público estadounidense, que lo consumía pero no lo diferenciaba del brasileño o el africano. Era una época donde el origen no significaba gran cosa y los blends genéricos eran la regla.
Después de testear nombres fáciles de pronunciar en inglés, DDB presentó a Juan Valdez y su mula Conchita, que aparecían dibujados con el lema 100% Colombian Coffee y los Andes de fondo.
Fue un éxito inmediato. No solo impuso la marca Colombia: décadas después Juan Valdez sería puesto a la altura de Ronald McDonald o el conejo de Duracell como personaje asociado a una marca.
El primer Juan Valdez fue cubano: José Duval fue el bigotón sonriente que durante una década personificó a más de medio millón de productores colombianos.
Pero en 1969 se hizo obvia la paradoja de que el hombre que representaba la importancia del origen único fuese de otro país. Carlos Sánchez, un caficultor de Antioquia de ojos brillantes y sonrisa perenne, sería el segundo Juan Valdez. O parte de él, porque la voz la ponía el actor estadounidense Norman Rose.
En 2006 Sánchez anuncia su retiro y se abre un casting multitudinario: 380.000 personas se presentaron para ser el tercer Juan Valdez. El elegido fue Carlos Castañeda, que con 44 años prometía varias décadas de sonrisas promocionales.
Según Nicolás Artusi el cubano José Duval, despechado, inició una campaña que enfrentó a dos países: “Juan Valdez drinks Costa Rican coffee”.
El lema, aparentemente creado por Duval, fue usado por el embajador costarricense en EEUU y generó varios juicios entre cafeteros colombianos y ticos e incontables remeras.
El punto más delirante de la batalla legal fue cuando Café Britt presentó una declaración firmada por un ciudadano costarricense llamado Juan Valdez en la que afirmaba que bebía café de Costa Rica.
Juan Valdez, con todas sus encarnaciones, es sin lugar a dudas el personaje promocional más relevante de la historia del café y marcó un antes y un después en la industria.
Pero es también interesante la aparición en los últimos años de otros modelos en la propia Colombia, donde el trato directo y la trazabilidad permiten acceder a cafés más complejos y a productores con nombres y apellidos reales.
Autor: Maxi Guerra