Los cafés etíopes nunca son tímidos.
Desde la región de Sidamo llega una muestra de lo fascinante e impredecible que es este origen.
Una avalancha cítrica en la nariz. Una bomba frutal en la boca.

Origen: Sidamo
Variedad: Heriloom
Proceso: Natural
Altura: 2300 mtrs.
Etiopía es la cuna del café. O de buena parte: las plantas no saben de fronteras y la coffea arabica apareció en el territorio que hoy ocupan Etiopía y Sudán del Sur.
Lo que sí es claro es que en Etiopía comenzó el idilio de nuestra especie con el cafeto: primero comiendo sus frutos, luego bebiéndolos en infusiones. El ciclo se cerraría del otro lado del Mar Rojo, en Yemen, donde se inicia el tostado y la cultura del café árabe.
EL RITUAL
Ser pionero es un valor, pero no una garantía eterna.
Y Etiopía, más allá de su rica tradición, es uno de los países productores más relevantes en la actualidad.
Si bien es el sexto productor mundial, un detalle habla del peso de su cultura cafetera: más de la mitad de los granos se quedan en el país. En este monstruo de 115 millones de habitantes el café es tan o más importante que el pan y da lugar a un ritual particular.
Según Paul Arnephy, un tostador francés especializado en los granos etíopes, “las personas de Etiopía tienen una relación con el café que es completamente única. Si alguien te ofrece un café en su casa en Francia, es probable que cargue una cápsula y te lo sirva 17 segundos más tarde. Recibir la oferta de tomar café en Etiopía requiere de planificar 45 minutos libres para esto.” *
En ese lapso los granos verdes se tuestan en una sartén, se muelen en un mortero, se preparan en una tetera tradicional y se beben con agradecimiento y lentitud.
LA ELEVACIÓN
Los cafés etíopes, a veces con notas cítricas y florales, a veces frutales y especiados, siempre sorprenden por su intensidad.
En esas características juega un rol especial la altura. El cultivo en altitudes elevadas ralentiza el ciclo de maduración, permitiendo una mayor absorción de los nutrientes del suelo y creando un sabor más pronunciado y explosivo.
Con áreas de cultivo que llegan hasta los 2300 metros sobre el nivel del mar, la región de Sidamo da lugar a cafés tan intensamente aromáticos como este Ibabi, con sus notas de piña y frutos rojos.
No es necesario tomarse 45 minutos para prepararlo, pero es una taza que deja huella.
Musicalizá tu ritual con Midnight in Ethiopia de Rico Rodríguez, trombonista mítico del reggae y el ska.
Autor: Maxi Guerra
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