Equilibrio, cuerpo redondo y perfume delicado.
El chocolate es el protagonista, pero hay toques de frutas ácidas y nuez.
Desde Nueva Segovia, la principal región cafetalera de Nicaragua, llega un café sutil y versátil.

Parecen haber dos constantes en la historia de Nicaragua: el cultivo de café y la turbulencia política.
A pesar de las guerras civiles, los autoritarismos de diversas índoles y los problemas de infraestructura, el café se ha mantenido como parte esencial de la vida de los nicaragüenses desde principios del siglo XIX.
Hoy es el duodécimo productor mundial y cerca del 10% de los empleos del país están relacionados con el café.
En las últimas décadas se han generado movimientos de productores que buscan mejorar la calidad del café y las condiciones de quienes trabajan para producirlo, entendiendo que una cosa no se explica sin la otra.
La Taza de Excelencia, otorgada en Nicaragua desde 2002, es una gran vitrina para eso y hay una región que sobresale año tras año: Nueva Segovia.
Con sus microclimas, alturas elevadas y suelos fértiles, esta región parece haber sido naturalmente diseñada para el cultivo de café.
ALGUNOS NÚMEROS QUE EXPLICAN LA IMPORTANCIA DEL CAFÉ EN NUEVA SEGOVIA
- Tiene 12 distritos cafetaleros
- Su superficie es de 3.491 km² y tiene 21.817 hectáreas cultivadas con cafetos
- La población estimada es de 268.000 habitantes y alrededor de 5.300 familias se dedican a la caficultura
- Produce el 14% del total de café del país
- Los varietales que más se cosechan son Caturra, Catuaí rojo, Catuaí amarillo, Catimores
Este café fue producido en la Finca El Edén, que optó por un Proceso Lavado para el despulpado del fruto.
Una vez recogidas las cerezas de café hay que retirar las distintas capas que recubren el grano.
No es una simple operación de extracción: las decisiones y tiempos en esta etapa son determinantes en el sabor y el aroma final.
El Proceso Lavado implica varias etapas en las que intervienen máquinas despulpadoras, fermentaciones controladas, lavado, secado y una trilladora de pergamino (la última capa que rodea al grano) para llegar al café verde.
Uno de los resultados que se esperan con este proceso es la limpieza en taza, entendiéndose limpieza como la ausencia de sabores disonantes, de dureza o astringencia excesiva. De ahí el cuerpo redondo y la suave impronta de chocolate de este café.
Nuestra recomendación para potenciarlo: usar máquina de espresso o cafetera italiana (Moka) y tener en cuenta que por su cuerpo y perfil funciona muy bien en preparaciones con leche como Cappuccino, Macchiato, Latte o Flat White.
Autor: Maxi Guerra
Deja un comentario